Estamos ya en pleno verano y cada vez apetecen más bebidas frías con las que acompañar las calurosas tardes y noches de esta época del año. Sin duda alguna, la sandía es una de las frutas más refrescantes y con ellas se pueden realizar multitud de cócteles fáciles y baratos. Por eso, en esta ocasión, vamos a enseñarte cómo hacer un barril con una sandía que te sirva para dejar a tus invitados con la boca abierta. ¡A trabajar!
Lo primero, como no podía ser de otra forma, es encontrar la sandía perfecta. Como consejo, debe ser lo más redonda posible y tener un tamaño grande. Después, con un cuchillo, procede a quitar uno de los dos extremos para conseguir así que se mantenga sobre la mesa sin volcarse.
En el lado opuesto realiza la misma operación pero cortando un trozo más grande. En concreto, este pedazo que vas a quitar debe ser, aproximadamente, un tercio del tamaño total.
Ahora imagina que la sandía es como una calabaza de Halloween y vacía su interior. ¡Atención! ¡No tires el contenido que saques de ella pues te servirá para preparar el cóctel! Una vez la hayas vaciado por completo, lo siguiente que has de hacer es volver a coger el cuchillo y realizar un pequeño agujero en el que debes proceder a colocar el grifo. Cuando hayas terminado, llega el momento de preparar la bebida.
Respecto al cóctel que vayas a preparar, has de saber que la sandía combina perfectamente con una gran cantidad de bebidas alcohólicas. Por ejemplo, el vodka y el ron en combinación con esta fruta se vende en muchos bares y discotecas. En cuanto lo hayas preparado, con las proporciones a tu gusto, sólo tendrás que abrir el grifo, poner el vaso y saborear esta exquisitez envuelta en un recipiente tan original.
¡Feliz verano!